Celebrando la simplicidad de las formas, el aplique Rowe tiende un puente entre el delicado cristal y la robusta metalistería para crear un elemento básico elevado. Diseñada con un exclusivo corte sesgado en los bordes, la elegante forma de la pantalla facilita una emisión de luz direccional. Un gran manguito metálico sostiene la pantalla en su centro, creando un elegante punto de contraste. Disponible en acabados de latón envejecido, bronce viejo y níquel pulido, Rowe es un complemento versátil para espacios pequeños