Densamente poblada con las cuentas de cristal biselado de la más alta calidad, Dunkerque irrumpe en escenas con gran presencia. Las bombillas de cendelabro, ubicadas en las profunididades, iluminan las ramas cargadas de cristal desde atrás, logrando un efecto deslumbrante e hipnotizador. Con una sensación que recuerda a fuegos artificiales, Dunkerque se convierte en la pieza central de cualquier espacio, destinada a provocar admiración. Disponible en dos tamaños para montaje y empotrado y en tres para araña, estas luminarias pueden usarse solas o en conjunto para lograr un impacto visual impresionante.